El pueblo Iny-Karajá vive en las orillas del río Araguaia desde hace miles de años. Sin embargo, al igual que muchos otros pueblos indígenas de Brasil, se enfrentan al reto de una vida digna en sus comunidades. El sistema sanitario en la mayoría de los pueblos es precario, y en esta ocasión hemos conseguido un poco de apoyo para preservar los historiales médicos de los pacientes.
Habitantes seculares de las riberas del río Araguaia en los estados de Goiás, Tocantins y Mato Grosso, los Karajá tienen una larga convivencia con la Sociedad Nacional, lo que, sin embargo, no les ha impedido mantener costumbres tradicionales del grupo como: la lengua nativa, las muñecas de cerámica, la pesca familiar, los rituales como las fiestas de Aruanã y Casa Grande (Hetohoky), los adornos de plumas, la cestería y la artesanía de madera y las pinturas corporales, como los característicos dos círculos en la cara. Al mismo tiempo, buscan la convivencia temporal en las ciudades para reclamar sus derechos territoriales, el acceso a la salud, la educación bilingüe, entre otros.
Localización y habitantes
Los karajá son habitantes inmemoriales de la cuenca del río Araguaia, en la Isla de Bananal y sus alrededores, comprendiendo un territorio que abarca las fronteras entre los estados de Tocantins, Pará, Mato Grosso y Goiás.
Mayor isla fluvial del planeta, con cerca de veinte mil kilómetros cuadrados de extensión, la isla de Bananal está formada por la bifurcación del río Araguaia en un brazo menor, el río Javaés, que luego, unos 340 km más adelante, se vuelve a unir con el Araguaia, ya en la frontera entre los estados de Pará y Tocantins.
Los indígenas constituyen una pequeña proporción de los habitantes. Los Xavante: cazadores, fuertes, valientes, incluso hace unos años cuando sembraban el terror por estos lares. Temerosos. Muy nobles. Los Carajá: pescadores, comunicativos, de fácil amistad, fiesteros, artesanos del barro, de las plumas de los pájaros y de la paja de la palma; delicados y enfermizos, particularmente atacados por los contactos prematuros y deshonestos con la llamada civilización, a través de los funcionarios, el turismo y el comercio: con la bebida, el tabaco, la prostitución y las enfermedades importadas. Los Tapirapé: campesinos, mansos y sensibles; muy comunitarios y de una delicada hospitalidad.
Pedro Casaldáliga. Carta Pastoral de 1971.
Considerado uno de los santuarios ecológicos más importantes del país, al estar situado en la franja de transición entre la selva amazónica y el Cerrado, alberga una gran diversidad de fauna y flora.
Las aldeas de Santa Isabel do Morro (Hãwalò) y Fontoura (Btõiry), situadas en la orilla occidental de la isla de Bananal, bañada por el río Araguaia, en la frontera con el estado de Mato Grosso, son los asentamientos más antiguos y las mayores comunidades de Karajá, que actualmente cuentan con unos 680 y 650 habitantes respectivamente.
Otros pueblos tradicionales son Krehãwa (São Domingos), Itxala, Macaúba, Buridina (Aruanã), Mirindiba y Maranduba. De asentamiento más reciente, y más pequeño, tenemos los pueblos de Wataù, Hãwalora, Ibutuna, Nova Tytema, JK, Teribrè, Awixe y Wrebia.
Para saber más sobre el Pueblo Iny-Karajá y los demás pueblos indígenas de Brasil, puede visitar el sitio web : Povos Indígenas do Brasil, AQUÍ.
Una pequeña ayuda
Respondiendo a una petición de los profesionales sanitarios que trabajan en el puesto de salud de la aldea de Santa Isabel, la Fundación ha facilitado la compra de 2.000 carpetas de plástico en las que se pueden guardar los registros personales y el historial médico de cada uno de los pacientes de la aldea.
Evidentemente se trata de una aportación mínima con la humilde intención de proteger al menos los historiales médicos de los residentes. Sin embargo, las necesidades son lógicamente mucho mayores y requieren la ayuda de todos y, sobre todo, el compromiso del Gobierno Federal con los Pueblos Indígenas.