fbpx

¿Es la vejez la mejor edad?

20 Ago. 2019 | La obra de Pedro Casaldáliga

Los viejos y las viejas, podemos responder desde nuestra propia experiencia.

Conocemos nuestras limitaciones, sentimos nuestras preocupaciones. La vista y el oído disminuyen, las fuerzas se debilitan, el estado de ánimo se agria fácilmente, la vida se siente como cansada. Son cuidados y más cuidados, pastillas y más pastillas. Coche viejo que tiene que aparcarse de vez en cuando y buscar un taller.

Eso, en el lado malo de la vejez. Pero, también tiene su lado bueno: Los deslumbrantes fuegos de la juventud sin el brillo molesto de la edad «fuerte».

La vejez es una larga lección aprendida, con muchos días de vida y clases personalizadas. Estas muchas hojas de calendario, que han estado cayendo a lo largo de los años, se han unido en el libro personal de la vida misma. Mi vejez es mi vida acumulada.

Es un buen momento para meditar, aceptar la palabra de Dios, rehacer algunas líneas torcidas que hemos estado trazando nuestras vidas.

La vejez es una especie de sacramento de penitencia y conversión, acción de gracias y esperanza. Dios se acerca.

Las vanidades y las mentiras se han van, llevadas por el viento del Espíritu, despojadas a la luz de la experiencia.

Para aquellos que son viejos, la vejez es la mejor edad. Para cada persona, la mejor edad es la que tiene. ¡Hoy será la juventud, mañana será la edad adulta, pasado mañana será la vejez. La dulce, la sufrida, vejez esperanzada!

Ahora, hablando con aquellos que aún no son viejos o viejas (¡y que Dios les conceda una vejez feliz!), algunos consejos. ¿Me permiten?

– Valorar a los ancianos como personas con su propia historia, con experiencia vivida, con derechos inalienables. Los viejos no son una carga; una anciana no es un resto de vida.

– Las personas mayores quieren comprensión, atención y afecto, no quieren sólo compasión.

– Deben ser visitados, deben ser informados de lo que sucede a su alrededor y en el mundo. ¡Están vivos!

– Deben activarse para el diálogo y ser llamados a participar.

– Pero deben respetarse en su silencio y su ritmo. El ruido y la prisa no van con la vejez.

– Se debe fomentar la vida de oración, su participación en la comunidad eclesial, su madurez en la fe.

A la vejez le gustan y necesita flores y música, buen humor y esperanza. ¡Fuera toda la tristeza! ¡que incluso la muerte es Pascua!

El bastón en la mano, la mano en el hombro, el nieto en el regazo, el tiempo que pasa, las hojas que caen y la vida madura. Dios se acerca. Para nosotros, los viejos y las viejas (incluso Dios es «el viejo de los días» según la Biblia), la vejez es la mejor edad porque es la nuestra, Dios es hoy en nuestro hoy maduro.

Pedro Casaldáliga

Publicado no Jornal Alvorada, em março-abril de 2003

Conheça mais de Pedro Casaldáliga.

Receba o nosso boletim mensal!

Enviaremos apenas informações do Bispo Casaldáliga, de sua obra e do trabalho nas suas causas.

Pin It on Pinterest